El gas natural es una mezcla de hidrocarburos gaseosos de origen fósil, que se extrae de yacimientos subterráneos. Su composición original varía según las características de cada yacimiento, en general el metano representa más del 80%, además contiene etano, propano, butano, CO2, N2, trazas de hidrocarburos más pesados y agua. Luego de extraído el gas es tratado en diversos procesos y llevado a condiciones de ser transportado (ver especificación de calidad).
El gas natural puede ser utilizado en distintas áreas:
Sector industrial
Como materia prima o como combustible, sustituyendo al fueloil y la leña. El gas natural permite una regulación simple de la combustión, facilitando una perfecta dosificación de la relación gas-aire que permite obtener una mayor eficiencia, mejora el producto final y permite ser utilizado en procesos tecnológicos más sofisticados.
Uso Doméstico
Utilizado para la cocción de alimentos, calentamiento de agua, calefacción y aire acondicionado, sustituyendo a los combustibles tradicionales y a la energía eléctrica. El gas natural es el combustible ideal para las instalaciones domésticas tanto por su facilidad de manejo como por su limpieza y su continuidad del servicio.
Sector automotor
Sustituyendo a la nafta y al gasoil. En la matriz energética mundial, la participación del gas natural es del 20%, alcanzando en algunos países más del 50 %, lo cual señala la relevancia del gas natural como combustible a nivel mundial. Al eliminarse los almacenamientos y el manipuleo, aparece una disminución de los costos de mantenimiento y operación y en poco tiempo, el uso del gas natural compensa la inversión para la conversión del equipamiento necesaria para utilizarlo.
El Gas Natural es considerado el combustible del futuro porque además de su muy baja contaminación, puede sustituir casi cualquier fuente de energía, es más práctico ya que no requiere almacenajes y más eficiente por permitir un mejor control de la combustión y también está siendo utilizado en las celdas de combustible. Algunas ventajas por su utilización son la reducción de emisión de contaminantes, prácticamente ausencia de compuestos de azufre, baja emisión de monóxido de carbono, mejor rendimiento térmico, mayor precisión en la regulación de la combustión, menor costo operacional y la eliminación de almacenamientos.